PREMSA

CRÍTIQUES


Text: Ferran Baile

Fue una de la más agradables sorpresas de Feten 2013 y uno de los mejores y más novedosos espectáculos que pudo verse. Merecidamente premiado. Compañía recién formada, pero con dos actrices-titiriteras con amplio y reconocida trayectoria, Dora Cantero Mina Trapp, autoras interpretes y en el caso de Dora también directora y en el de Mina, también música, tocando y cantando en directo, y escenógrafa, junto a Ángel Navarro.
Desde el título, que ya es un hallazgo, el espectáculo transcurre fluido, perfecto de ritmo, contándonos con ironía, la melodramática historia de la pobre Bienvenida, cocinera con especial dote para freír sardinas, en su fonda cercana al puerto,desgraciada en amores y madre de un hijo aventurero. 
Con originales y expresivos títeres de guante, bien manipulados y con la voz de Dora Cantero, una de las voces más hermosas y matizadas en el mundo de los títeres, y con las ilustraciones musicales, las canciones de taberna y la presencia cabaretera de Mina Trapp, actriz-músico-titiritera. 
Una delicia de espectáculo transversal, que atrapa a niños-as, jóvenes y adultos, a amantes de los títeres y a amantes del teatro. Un gran trabajo, de visión más que recomendada. No se lo pierdan.

A Dora Cantero la descubrimos con la comapñía murciano-catalana Periferia Teatro, trabajando en el excelente Guyi-Guyi. Joven titiritera y actriz de gran talento y cualidades, decidió instalarse en Barcelona e iniciar su propio camino.




 Su primer espectáculo fue el intimista, Arbequina, indagando en la búsqueda personal sobre sus antepasados. En este espectáculo participaba Mina Ledergerber-Mina Trapp, como músico acompañante muy presente en el desarrollo del espectáculo. De nuevo ambas tiran adelante con Adiós Bienvenida.
Arbequina


 Guyi-Guyi con Periferia teatro


Mina Ledergerber-Mina Trapp es una creadora polifacética, inquieta y talentosa, actriz-titiritera-constructora de títeres y escenografías-musica polivalente-cineasta.  Ella misma describe su perfil de forma magnífica en su blogspot, desde la perspectiva literaria de una tercera persona.
“El viento de las montañas suizas la empujó silbando un día para ver cómo sonaba el Mediterráneo.
Por culpa de Mary Poppins, se hizo maestra.
Por Pippi Langstrumpf, pelirroja.
Por Giora Feidman, música.
Por Pepe Otal, titiritera.
Padece una enfermedad crónica que la lleva a tocar todo instrumento que la eleve un poco más del suelo.
De tanto ir por los aires, toca la flauta y el clarinete.De andar por los caminos, la guitarra y el violín. De tanta nostalgia, el acordeón y por mantener la tradición familiar el contrabajo.
mina con su grupo de música Saffran

Le enseñaron el camino, Pepe Otal, Ana Subirana, Pep Gómez, Stephen Motram, Vladimir Zakarov, Peter Wasinchsky...y anduvo en compañías como Salapín, Karromato y Efímer.
Acaba de cruzarse por la calle con Dora Cantero y han decidido subirse al mismo tren, ya que ambas comparten un miedo terrible a subir en avión”.

Profesionalmente trabajó con el personalísimo titiritero-papiroflèctico Pep Gòmez (Cabaret de Papel). Formó su propio grupo Hermanas Trapp y representó varios espectáculos, destacando el rompedor y caustico, Max y Moritz, basado en un cuento popular suizo-alemán escrito en rimas y trufado de humor negro y dirigido al público adulto.

max y moritz
En el mundo del cine han terminado el interesante cortometraje de animación  A Cero, y están trabajando en un nuevo proyecto.
Metódica y perfeccionista es constructora de los títeres y las escenografías y compositora-adaptadora de las músicas de los espectáculos. También ha colaborado con la compañía checa-española Karromato (Cuentos al calor del hogar) y la compañía Efímer (Lo Monstre. http://hermanastrapp.blogspot.com.es
El cartel de A CERO

ADIÓS BIENVENIDA
Texto: Josep Maria Viaplana
Una compañia desconocida para nosotros hasta ahora, de dos intérpretes femeninas, la una más especializada en la manipulación y voz de los títeres, y la otra en tocar las músicas que van cantando ambas, alternativamente. La primera, Dora Cantero, proveniente de Periferia Teatro de Murcia, y la otra, Mina Trapp, de Suiza
Es complicado valorar este espectáculo, dada la no asistencia, a las 22 horas, de público infantil. Para adultos resultó muy divertido, con un aire de cabaret nocturno que contaba una historia sencilla: la de una mujer, Bienvenida, que tiene una taberna en un puerto, donde da de comer a singulares personajes propios de cualquier lugar marionero, y que un día, fruto du n enamoramiento tan rápido en empezar como en terminar, tiene un hijo, Petere. Vemos cómo éste crece y se despierta en él el deseo de marchar a ver mundo en un barco...
Lo que daba un aire adulto era la forma irónica de explicar según qué realidades de la vida de estas personas, y también determinadas ironías, que el público premió con sonoras carcajadas. Algunas de ellas en la línea socarrona y del absurdo, de los ya desaparecidos Tip y Coll o los actuales Faemino y Cansado, por poner alguna referencia.

A modo de ejemplo, en un momento de desesperación de la protagonista, un amigo le dice que tiene que llegar al fondo (se supone que de su pena) y no se le ocurre otra cosa que lanzarla al agua y pedirle que ‘llegue al fondo’ del mar, donde por cierto, encuentra el consuelo en sus penas, que estaban representadas por una nube de sartenes y cucharas haciendo de lluvia (¡imaginad!).

La puesta en escena está bien resuelta, y las posibles carencias interpretativas de ambas artistas (no son demasiado expresivas), al final juegan a favor de imprimir un sello personalísimo a la compañía y el espectáculo. Con la distribuidora de la compañía, hemos quedado que completaremos esta crítica una vez vea el espectáculo con niños y niñas.


28.2.2013
Adiós Bienvenida es una historia sencilla con un argumento. Un buen dominio técnico de los títeres y un ritmo de la narración magnifico. Basado en un texto de Dora Cantero y con música de Mina TRapp. La historia está muy bien contada, mejor manipulada y espléndidamente cantada por Mina. Creo sinceramente que se una Obra que dará que hablar.
Tiene todos los número para que así sea. 
Se representó hace ya algunas Semanas en el RAI de la calle Carders de Barcelona;
ahora finalmente publicamos algunas imágenes del Espectáculo.

Fui a ver Adiós Bienvenida al RAI, porque me hacía ilusión ver el nuevo trabajo de Mimaia Teatro, la Compañía de Mina y Dora.
"Nos sorprendió" gratamente la voz de Dora. Digo "nos sorprendió" porque varios titiriteros que había en la sala se sintieron cautivados con su voz. Según uno de ellos es una voz que enamora. Y no quiero dejar de lado la de Mina, que ganó mi corazón hace ya tiempo cuando la escuché en un Cabaret de una Casa okupa.

Jesús Atienza




ARBEQUINA

COMENTARIO DE TONI RUMBAU SOBRE ARBEQUINA EN EL TALLER DE PEPE OTAL

Dora Cantero es una joven y talentosa titiritera de Murcia que ha decidido instalarse en Barcelona para profundizar en sus indagaciones marionetísticas. La vi en la obra “Guyi, Guyi…”, de Periferia Teatro, un espectáculo logradísimo que no cesa de recoger éxitos, y leí el blog de sus viajes por Japón, dónde acudió para estudiar las tradiciones titiriteras del País del Sol Naciente, que son muchas como todo el mundo sabe.
Presentó en la Casa-Taller de Pepe Otal –cada día más activo y con un público fiel que suele llenar todas sus sesiones, como ocurrió el otro día– su último espectáculo, Arbequina, de creación propia en todos sus componentes, pues está basado en una búsqueda personal de la autora sobre sus antepasados. Importante destacar la presencia de Mina Ledergerber en calidad de música acompañante muy presente en la escena, con su acordeón, clarinete y otros artilugios sonoros. El resultado es una obra entrañable, intimista y poética representada básicamente con objetos y con la misma Dora Cantero como personaje que cuenta la historia de su familia.
El tono, íntimo y personal, sirve de anzuelo para conquistar al público ya desde el inicio, con una entrada muy lograda de aparente espontaneidad, que establece las reglas de juego y una de las temáticas principales de la obra: los miedos y el cómo vencerlos. ¿Cómo?, contándolos. Y eso es lo que hace la actriz de Arbequina, contar sus miedos. Para entenderlos, debe remontarse a sus muertos, un viaje en el tiempo subiendo, o tal vez bajando, por las ramas genealógicas de la familia. La invocación a los ausentes es poética y se consigue a través de los objetos. Recuerdos y objetos que Dora saca de los baúles y los desvanes de su pasado familiar y que “hablan” al tomar vida en las manos de la titiritera. Se convierten en personajes al dejarse poseer por el espíritu de los ancestros invocados. Espeluzna el rostro de la tatarabuela, que parece un cosido de ectoplasma con botones y filamentos rojos, sacado de algún baúl de arcaica brujería. La gravedad de los espíritus y de sus presencias inquietantes se equilibra con la propia interpretación de la actriz, agarrada a la familiaridad con la que se dirige al público, una naturalidad con trampa, pues en realidad es el artificio para dramatizar desde una perspectiva de corte sentimental. Y es en este doble dramatismo, el surgido de la invocación a los muertos, y el creado por el doble diálogo de la actriz con sus muñecos y con el público, dónde a mi parecer reside el secreto del espectáculo y la razón de que acabe embelesando a los espectadores.
El acompañamiento sonoro de Mina, por otra parte, da profundidad y un feliz contrapunto al espectáculo, gracias al tono fesco, desacomplejado, íntimo y a la vez distante, de la genial música suiza, que rompe y contrapesa el lado más sentimental del mundo de los recuerdos. Su voz desgarrada parece surgir de un cabaret alemán de los años veinte y su estilo desenfadado funciona a modo de vacuna y de magnífico apoyo teatral.
Una obra, en definitiva, compleja y profunda que consigue aparentar sencillez e intimidad familiar, y que cala hondo en la imaginación del público. Viendo el espectáculo, pensé en las últimas obras de Mariona Masgrau, que solía recurrir a estos registros ambiguos y personales, de mucho riesgo y valentía. Algo que la de Murcia posee con creces y que augura futuros brillantes.